Los propietarios de inmuebles en Menorca 'se olvidan' del certificado energético en su estreno
Los técnicos registran muy pocas peticiones para tramitarlo, pese a su obligatoriedad
Quizá aún no lo sepa, pero si tiene previsto arrendar o vender en breve un inmueble de su propiedad necesitará disponer del certificado que acredita cuán de eficiente es a nivel energético. Desde
el pasado sábado 1 de junio, todas las viviendas que se oferten en el mercado de alquiler y/o en el de compraventa están obligadas a poseer este documento, que sólo pueden expedir profesionales
cualificados como arquitectos o ingenieros. Pero pese a su obligatoriedad, la demanda de certificados ha sido muy limitada en Menorca durante esta primera semana.
En previsión de un aluvión de peticiones en su estreno que finalmente no ha sido tal, los colegios técnicos de la Isla llevan tiempo formando con cursillos a su colegiados para que estuvieran
preparados para emitir este documento ya desde el primer día que el Real Decreto 235/2013 entrase en vigor. Un esfuerzo que por ahora no les ha compensado, ya que colegios como el de
Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Menorca han registrado, según su presidente, Poncio Palliser, «apenas diez solicitudes», lo que da cuenta del «escaso interés»
que ha despertado este nuevo certificado en la Isla.
Pero Menorca no es un caso excepcional, ya que en el conjunto de la comunidad sólo se han tramitado 649 certificados de eficiencia energética, según reveló ayer la Direcció General d'Industria i
Energia. Una cifra muy pequeña si se compara con las miles de viviendas que se ofertan en el mercado inmobiliario balear.
«Normalmente las cosas suelen empezar de esta manera», entiende Palliser, «la gente esperará hasta el último momento para conseguir el certificado». A eso ayuda el que, a la espera de que el
Gobierno desarrolle la ley que se derivará del decreto, aún no se contemplen sanciones para las viviendas que no dispongan de dicho documento; aunque la norma sí sea ya de «obligado
cumplimiento».
Además del coste del certificado, los propietarios deben pagar una tasa de 4,78 euros al Govern para su tramitación. En este sentido, se contemplan siete grados distintos (del 'A', más eficiente,
al 'G', menos eficiente) para diferenciar las viviendas en función de su consumo energético. Una información que permite a los futuros inquilinos saber de qué importe van a ser las facturas de
luz y agua que van a tener que pagar.
Notícia de certificación energética publicada por ultimahora.es
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