Hay que hacer todo lo posible para destacar entre todas las viviendas en venta. |
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No tomarse en serio al primer interesado
Muchas veces, el primer interesado en la vivienda es la mejor baza. En general, el comprador potencial que hace la primera oferta suele estar muy dispuesto a hacer negocios. Esta, tal vez, pueda
ser más baja de lo que al vendedor le gustaría, pero siempre se debe saber negociar. Algunos vendedores toman la decisión de esperar a mejores ofertas, pero lo cierto es que muchos inmuebles
pasan demasiado tiempo en el mercado por no tomarse lo suficientemente en serio la primera oferta.
Poner un precio demasiado alto
Los compradores actuales están bien informados y conocen la situación del mercado y de los barrios en los que buscan inmueble. Con un precio muy elevado, la vivienda en cuestión está condenada a
permanecer largo tiempo en el mercado, alejando a posibles interesados. Si el precio de la vivienda está ajustado desde el principio, las probabilidades de vender son mucho más altas que si se
pone un precio muy alto para ir reduciéndolo poco a poco en sucesivas revisiones.
No tener suficiente visibilidad
En un mercado como el actual, los posibles compradores de vivienda pasan mucho tiempo buscando ofertas online. Si la casa en venta tiene un precio adecuado y suficiente visibilidad en la red, las
oportunidades de venderla son mayores que si tan sólo se da la opción de enseñarla físicamente. Lo ideal es probar todas las opciones, que no son excluyentes: publicar la vivienda en portales
especializados debe combinarse con aceptar todas las visitas posibles. Además, se debe estar siempre listo para enseñar la casa y que ésta se encuentre siempre preparada para recibir a posibles
compradores.
No arreglar pequeñas averías y detalles en mal estado
Antes de poner a la venta una casa, se debe invertir tiempo y dinero para dejarla en el mejor estado posible. La mayoría de compradores no quiere encontrarse en la situación de tener que acometer
pequeñas reformas o tareas de mantenimiento tras comprar la vivienda. Al contrario, intentan detectar estos fallos para hacer una oferta económica inferior y pedir al propietario que corra con
los gastos de la reparación. Por eso, lo recomendable es invertir un poco de dinero para solventar estos pequeños problemas. La casa se venderá más rápido y lo más probable es que el vendedor
recupere la inversión realizada o incluso más.
Una decoración demasiado personal
Salvo raras excepciones, en la mayoría de ocasiones los compradores prefieren encontrarse con un estilo sencillo y despersonalizado. Lo mejor es limpiar y simplificar la decoración al máximo de
manera que puedan imaginarse habitando la vivienda. Esta pequeña inversión puede significar una venta más fácil, pero que no tiene por qué servir para elevar el precio de venta
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